Cuantas veces he muerto,
mas nunca en labios,
y si mañana he de hacerlo así
que sean en los tuyos,
que son húmedos
como la tierra,
lujuriosos
como brillo de sol,
feroces ,
en celo animal.
Como un racimo
de pasión trasnochada,
tus labios se me acercan
como ofrenda a degustar.
Y me provocas,
todas mis locuras,
que sueltas abren
la celda de mis lujurias
que corren tras tus labios,
como jauría en caza,
como astrólogo tras estrellas,
como poeta tras musas.
Y cuando los encuentro,
ya no puedo escribir,
ya no puedo escapar,
solo me dejo llevar
como en punto de fuga,
en tu besar.
Muerto en tus labios quiero estar,
tu lengua me ha de velar.
No comments:
Post a Comment