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y ninguna llamada que me salve.
Yo aferrándome con garras a la copa que sostenía.
Ella me sostenía.
Mis pies ya no sentían el suelo,
estaba cansado
y ellos lo sabían.
Cansado de hacerme el héroe,
cansado de reparar estelas de latidos.
Me dije,
los héroes salvan
pero ellos no pueden salvarse.
Con el ultimo miedo que me quedaba
tome la copa y la acabe.
Salí y me dirigí al tren subterráneo.
Siempre pensé que ahí todo seria rápido.
En el trayecto perdí mi nombre,
mi mirada
y mi ego
Llegue al borde del anden,
y el brillo de el lápiz
en mi bolsillo me detuvo.
Mi perpetuidad me gritaba.
Me senté,
y escribo esto
mientras ya siento el sonido de el tren........