Un cuarto de mi
Me nació un día que no recuerdo,
dicen que lo cubrían las nubes.
Me nació desde abajo
con un sol entre las manos.
Me nació el día menos pensado,
en la hora que no existía.
Me nació acurrucada en un niño que nacía.
Tomo la mano de mi mirada
he hizo casa en la caverna de mi boca,
le dio alas y quebrantos,
aludes de esperanza
al costo de una lágrima,
que los tiempos secan.
No me gasto en explicarla,
ella teme a la razón,
y esta es estéril
en el sueño de sus ojos.
Me nació cuando abrí los ojos,
en la primera mirada,
con el lento tiempo que domina a los arboles,
así con pasos de inmortal
blanqueo las paredes del corazón,
cristalizo mis pupilas,
suavizo mis manos en la ofrenda,
he hizo extraña mi lengua
al tiempo de la mentira,
extraña mi letra
a los ojos sin tiempo
del que baila un carnaval,
y escondida mi huella al cazador.
Nació en un niño que nacía,
.........y me hizo cristal de acero,
lluvia sobre mejilla amada,
susurro extraviado
en el casi siempre de un amanecer,
que es el mismo
de quien puede cruzar estas lineas,
...........es porque también es un cristal
que ama la letra y su tormento,
ama lo que no puede,
pero jamas lo habita el silencio.
Le llame ingenuidad
porque no tenia otro nombre cuando hable.
2 comments:
Unos versos bien delineados y unas metáforas excelentes.
Buen trabajo.
Besos.
Hasta el final me has tenido en vilo, y has culminado con la maravillosa inocencia de un niño.
Me encantó.
Un beso.
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