Caida libre

Esteparias

Ibas a ser la reina de los lobos
mas fuiste estrella en su velo de misterio.
Es cierto no regirías sobre oro
pero si sobre ojos que pocas veces ven el mar,
mas cuando lo hacen
ofrendan lágrimas en su orilla.
También lo harías sobre bocas que muerden
y lo hacen mas allá del bien y el mal,
pero no saben hablar
solo aullan a una luna que no pueden detener
sobre esta basta tierra,
que acorrala como un jardín a las flores.
Es cierto, regirías sobre sangre y soledades.

Eres lo cierto,
mirada angulosa bañada en soles remotos.
Distancia , ondulada por los valles,
que en tu cuerpo hizo forma de ola.
Eres boca que se abre para amar,
que cerrada es sentencia que cumplir,
mas mojada,
temblorosa perdición de la piel
que aulla por volver a lamer
el altar de los tiempos dulces que habitan en tus labios,
altar en que ofrendamos nuestras correrías,
nuestro imperio de mil pisadas
con sus huellas olvidadas,
nuestro cielo
acaso mas certero que humano dogma.
Es cierto eres la verdad en estas lejanías.

Fuiste ,
pequeño aullido dorado
fruto de dos corazones que danzaban
entre el celo y la travesura de natura.
Mas de ellos fuiste el mas hermoso aliento,
y cuando el otoño sola te dejo
el viento te acuno entre los suspiros y poemas
que suele arrastrar como cadenas,
y sembrado en el corazón amor te dejo.
Es cierto fuiste la hija del sol,
en tu cuerpo él irradiaba,
en tus ojos ardía,
y en tu boca sembraba odiseas salvajes,
futuros imperios sobre tierras y corazones.
Mas fuiste estrella,
y al viento que te nombra
no lo podemos esquivar.