Que se bendigan mis ojos
el derecho al izquierdo,
el izquierdo al derecho,
hoy he visto la muerte de un amor.
Sentado en banco de no se que plaza, murió.
Espero y espero
parece que no tenia tiempo,
pero lo tenia.
Espero,
y en espera , de sus pies raíces brotaron
como venas terrosas , buscando
mientras en sus ojos pájaros anidaban.
Lloro cuando la última noche cayó,
pero no gimió,
no podía
pues su boca piedra ya era.
No necesitó marcharse,
un viento de otoño con hoja lo confundió,
y lo barrio.
Benditos sean mis ojos
que esto vieron
mientras yo esperaba
con flores en las manos
y en el cielo pájaros volando.
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