El lobo no habita la ciudad sin luna.
La luna viaja a otra latitud,
a mirarse,
a bañarse en las aguas de un lago
para refrescar el brillo.
El lobo deja la ciudad
mientras la luna no este.
Vuelve a la estepa
de donde salio cuando la luna lo llamo.
Allí recordara,
tomara fuerza y hará magia
que regalara en cada aullido
a la luna distante.
Porque el lobo quiere a la luna
de nueva a llena,
perlada o eclipsada.
El lobo quiere.
La luna se mira,
se siente,
se baña.
El lobo espera,
ancho como el horizonte
paciente como ofrenda,
fuerte como secreto.
Luna volverá,atrás el lago.
Lobo volverá,atrás la estepa.
Brillo y aullido
cuando se miren,
noche perfecta cuando se abrazen.
1 comment:
La luna viaja,si
pero lleva consigo el aullido ancestral del lobo,
lo lleva en su lado izquierdo
como un guardian al acecho.
Seran atardeceres quietos,
y seran sus ojos la luz cuando la luna se esconda,el vaiven inequivoco para sacarla de su letargo y mecerla en la orilla,bañarla con el recuerdo de sonidos que otrora...conoció de boca de un lobo que brotó de la estepa.
Mis besos te recorren.
mientras
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