Sunday, January 17, 2016

Entre nosotros

Siempre el vaivén del tren me ha producido un dulce letargo, lo suficiente como para sentir que los pensamientos salen, corren, se abrazan y hablan tonterías. Me hace sentir agradablemente drogado y tranquilo, y eso es bueno para alguien que debe mantener la mirada calidamente equilibrada y el corazón más allá de la razón humana.
Tenía aún en las manos el periódico en que había leído la muerte de aquella joven del café, y creo que en el bolsillo ese cigarrillo que nunca prendió. Lamentablemente hay veces en que las historias terminan así. con alguien tomando el camino más corto y dejando a los demás el camino más largo.
El tren me llevaba a Puerto Victoria, un viaje de ocho horas, en donde esperaba pasar solo unos días, siempre que lo que tenia entre manos antes resultara bien.
Sentada enfrente de mi iba ella, la bella Susan, que afanada en su teléfono dejaba pasar los minutos. La había reconocido al subir, y encontrarme con esos ojos profundos de suave mirada. Nos reconocimos al instante y a pesar de habernos quedado mirándonos un largo minuto no nos hablamos. No doy muy entendido en las mecánicas de la casualidad paro la cuestión es que estaba sentada allí en frente mío. Nos habíamos encontrado algunas veces antes, ella en lo suyo y yo en lo mío, pero habíamos hablado muy poco. Quizás el hecho de sabernos de la misma naturaleza y lo que hacíamos nos mantenía distante.
Miraba de reojo mi periódico y yo su teléfono.
- ¿ Me prestas el periódico ? -
- Claro -
Lo tomo, leyó y se quedo mirando el paisaje.
- ¿ Que lamentable lo de la chica, ¿ No crees ? -
- Sí, tú sabes Susan que hay veces en que las cosas no terminan bien -
- Cierto, pero uno siempre puede hacer más -
- Pero en este caso no hice nada. Uno aprende a distinguir cuando el daño es irremediable -
Yo sabía que a Susan estas cosa le afectaban mas que a mi, debido a la tarea que ella realizaba. Pero me afirmaba en la conviccion  de que yo actuaba lo mas justo posible. Consideraba que mi labor a pesar de ser un tanto desagradable, era justa.
- ¿ A donde te diriges ? - le pregunte mientras me devolvía el periódico.
- A Puerto Victoria -
- ! Mira tú !, al igual que yo -
- Ja ja . no me digas -
- ¿ De paseo o en lo tuyo ? -
- Al igual que tú creo -
Me miro con esa mirada de quien ha cazado algo.
- ¿ Portadora ? -
- No, selladora esta vez -
- Mmm, que bien -
- ¿ Y tu en lo tuyo ? -
- Sí, y espero que todo salga bien -
- ¿ Quien es ? -
La mire sorprendida, esa era una pregunta que no se hacia entre nosotros. Alzo la mirada, sabía que había sido osada.
- ¿ Por que te interesa saber ? -
- Solo curiosidad -
La mire fijamente. Esos ojos me encantaban, ¿ Quien se resistía a esa mirada ? -
- Es un joven que esta muy ligado al mar, su nombre es Ronald -
Susan abrió los ojos intempestivamente. Su rostro se transfiguro y con la boca a medio abrir se recostó sobre el respaldo . Creí que algo malo le sucedía.
- ¿ Te pasa algo ? -
Miraba el cielo del vagón como ida, mientras sus cejas se movían en un tic nervioso. Se enderezo  y su rostro dibujo una sonrisa. Admiraba estos cambios repentinos en el rostro que solo algunos podían hacer.
- ¿ Tú me estas bromeando ?, ¿ Cierto ? -
- ! ¿ Que ? ! - conteste entre molesto y sorprendido.
- Que me estas bromeando, tú sabes algo -
- Eres tú la que me bromea con esa actitud -
- ¿ Que bromeando ?, si eres tú el que sabe algo -
- ¿ De que hablas ?, yo solo te he contado lo que tu querías saber -
- Mira Julian, si no es broma la tuya, aqui pasa algo -
- No es broma , ya ya déjate de juegos -
- No estoy jugando -
- ¿ Entonces ? -
- Escucha, aunque te cueste creerlo yo voy hacia un hombre que es pescador, y se hace llamar Ronald -
Fruncí mi frente. Pensaba.
- Sí tú no bromeas y yo tampoco, entonces hay algo extraño aquí -
- Sí, algo esta pasando aquí, no es normal que alguien sea visitado por las dos caras de la vida al mismo tiempo, y menos que estas dos se encuentren -
- ¿ Estas segura de tu portador ? -
- Sí por supuesto -
- Susan, ¿ Puedes llamar a alguien ? -
- Sí, ¿ Pero para que ? -
- Solo llama a cualquiera de tus contactos -
Susan se veía tranquila, pero me daba cuanta que la expresión de sus ojos cambiaba, era una mirada tensa, temerosa, como la de los que han sido cazado. Tomó su teléfono y llamó.
- ¿ Alo ?, ¿ Claren me escuchas ? -
- ¿ Alo ?...¿ Alo ?... -
- Claren, soy yo -
- Claren escúchame -
- ! Dios !, ¿ Me escuchas ? -
- ¿ Alo ? -
Le tome la mano para que terminara con la llamada, me miró agitada, temerosa.
- Cálmate no te oirán -
- Así parece, problemas de red -
- Susan, no son problemas de red -
- ¿ Como sabes eso ? -
Me saque la mascara. La miraba y me daba cuenta de que había perdido la calma. Que su mirada ya no era tierna, que sus movimientos se habían vueltos bruscos. Sabía que ella no entendía lo que estaba pasando y por más que le diera vueltas al asunto no llegaría a imaginárselo. Reconozco  que me sentía incomodo. Nunca ha sido fácil lo que hago, pero ahora se volvía penoso, pues le cobraba a uno de los nuestros y esto significaba para nosotros abandonar todo aquello con lo cual nos habíamos encariñado. Muchas veces este era el error, volvernos humanos, sentir como ellos, perdiendo el equilibrio que habíamos logrado atraves del tiempo, tiempo que cambien existía para nosotros.
- Porque se ha cortado el cordón que te ata a esta naturaleza. Estas para este mundo -
- Ja ja ja ja -
Se puso a reír de buena gana, con alegría, y su risa era contagiosa. Reía tanto que sus ojos comenzaron a humedecerse.
- Es la cosa mas graciosa, original que he escuchado en mi vida -
Me quede en silencio mirándola -
- Vamos te doy el crédito, eres original con tus dichos -
- No me des el crédito de nada, al contrario, pues te he perdido -
- Dale con la broma -
- No es broma Susan -
Creo que miro en mi semblante la tranquilidad, la falta de humor y la ausencia de una sonrisa. Esto deshizo la suya y dio paso a una expresión de duda, cautela, sospecha.
- ¿ Sabes Julian ?. Te doy que este ajena, muerta, pero si fuera así me habría dado cuenta, ¿ No crees ? -
- Pues ese es el problema, no te has dado cuenta porque tienes más de humano que de luz -
- Siguiéndote en la broma, te voy a demostrar que estas equivocado -
Espero pacientemente unos minutos fasta que paso el mozo encargado del desayuno. Yo ya temía lo que podría suceder. Estaba tranquilo y en eso radicaba mi fuerza, pero sabía que una luz transformada en demonio era lago peligroso y de temer. Conocía el espíritu fuerte que tenia Susan, y sabia que esa mirada suave escondía determinación y fuerza, dos ingredientes que harían de ella un peligro. Solamente espere que su luz fuera más fuerte.
- Señor, ¿ Me puede traer café ? -
El hombre siguió de largo como si nada. Susan espero atenta al pasillo. Lo vio venir de vuelta.
- Señor, le pedí un café - le dijo mientras intentaba tomarle el brazo. El hombre siguió de largo.
Susan giro y me miro con miedo, con desesperación, y era a eso lo que temía.
- ! Maldito !..! ¿ Que me has hecho ? -
Se tomo el rostro con las manos mientras su respiración se agitaba .
- Cálmate, te lo ruego, aun queda luz en ti, siéntela, ella te hará volver -
Intente tocar su cabellera pero bruscamente mi mano.Alzo su cuerpo clavándome su mirada. Sus ojos tenían un color de infinito y su mirada era gélida  como el dolor.
- ¿ Por que ? -
Y su vos sonó ronca, pastosa, arrastrada. Había perdido melodía, mas bien era como un fuerte viento en mi oído.
- Has perdido el equilibrio, te has vuelto mas humana, y como humana se te cobra pues no has devuelto lo que se te ha dado.
- ¿ De que hablas ?..! ¿ Y todo el amor que he llevado y entregado ? !... ¿ No he sacrificado la familia que forme aquí ?..¿ No sacrifique esta imagen ?..! y todo para que el amor prosperara !
- Tu lo has dicho, los has sacrificado -
Guardo silencio sin dejar de mirarme mientras colocaba sus manos tensas en las rodillas, como un ave presta a cazar.
- ! No sabes lo que dices !..! No sabes como he amado aquí !..! No sabes cuanto he entregado ! -
- Se que has amado mucho, que has entregado mucho,...¿ Pero que has amado, que has entregado ? -
- ! A todos !... ! A todos ! -
- Susan has amado mucho, tanto que te has enamorado del amor y descuidaste a los que aqui te acompañaban -
- ! Mentira ! -
Guarde silencio. Temía a las reacciones que internamente la estabas sacudiendo y me preparaba para algo que no deseaba. Sentía la lucha que dentro de ella se libraba y me apenaba que sus encantos se fueran diluyendo en el miedo que la iba ganando.
- Susan la vida te habló hace tiempo, pero tu no la escuchaste. Habló atraves de tu hija, ¿ Te acuerdas cuando intento suicidarse ? -
Ví la emoción en sus ojos, que ya eran infinitos, y el brillo en ellos que antecedía unas lagrimas. Lloró amargamente y sentí mía esa amargura. Me acerque y la abraze. Se quedo en mí abrazo transmitiéndome su pena
- ¿ Que sera de los míos aquí ? -
- Te extrañaran, pero pasara ese dolor. Esa es la ventaja del humano, en ellos el sentir se mitiga o pasa pues son leves -
- Abrázame mas -
La abraze y se anido en mí pecho como buscando refugio.
- Amé a los hombres por eso mismo, porque quería que fueran más que un suspiro. Me gustaba en ellos lo circunstancial que son y lo imprevisibles en que esto los convierte -
- Es fácil  enamorarse de ellos Susan, pues aun tienen ese primer hálito ingenuo de la creación -
- Sí, y lo he sentido, en ellos he vivido la creación -
La abraze fuertemente. Solo sollozaba lentamente.
- ¿ Que sera de mi ahora ? -
- Volverás a la luz, pero nunca dejaras de ser Susan -
Comenzó a quedarse dormida lentamente.
- Abrázame, no me sueltes -
Sentí como su cuerpo iba quedando  inerte, como todo en el se dormía, y sentí una comunión entre nosotros. Se iba en paz, en el amor que tanto entrego y la transformo.
Aun tengo abrazado su cuerpo, pero se que ya no esta. Miro por la ventana el paisaje que corre y pienso que  así quiero que me abrazen cuando tenga que volver.
Aun es temprano, creo que necesitare ese cigarrillo que aun no he encendido.


( Cuentos vagos )







1 comment:

Ilse said...

una mirada vaga.....Besos